domingo, 23 de agosto de 2009

TODO SOBRE LOS THUNDERCATS

ThunderCats: Los Felinos Cósmicos es una serie animada de televisión, que mezcla estilo de dibujos estadounidense (cartoon y comic) y japonés (anime y manga). Fue desarrollada por Rankin/Bass en 1983. La primera temporada fue transmitida de 1985 a 1986 constando de 64 episodios y la segunda de 1986 a 1987, constando de la misma cantidad de episodios. También se produjeron varias series de cómics por Marvel Comics de 1985 a 1988 y dos series por Wildstorm e impresas por DC Comics, una en el 2004 y otra del 2003 al 2004. Ésta última fue creada con un amplio sentido de mercadotecnia que recordara la caricatura. Ropa diseñada con logos de los ThunderCats resurgió más tarde.

Resumen

Como algunas otras series de la década de los 80, ThunderCats tenía una estructura simple y predecible. Ofrecía largas batallas entre el bien (los ThunderCats) y el mal (los Mutantes) situándolos en un ambiente que combinaba alta tecnología y combate cuerpo a cuerpo. Los ThunderCats eran humanoides con distintas apariencias, y por cierto, habilidades felinas; mientras los Mutantes eran etiquetados como los feos.Dentro de la mayoría de la serie, la acción se situaba en el planeta llamado el Tercer Planeta. Las cosas egipcias como jeroglíficos y otras referencias indicaban que el Tercer Planeta era nuestro propio planeta, la Tierra en un futuro distante. Ambos bandos, ThunderCats y Mutantes, no eran nativos, los ThundeCats llegaron ahí cuando su planeta Thundera fue destruido por la espada mágica de Plundarr, los Mutantes provenían de allí. Cuando la población entera de Thundera (llamados Thunderianos) cayó en desastre, los nobles ThunderCats eligieron a solo siete de ellos para que se salvaran (incluyendo a Jaga, quien murió en la ruta). Se introdujeron en una fortaleza en forma de gato, la Guarida Felina -también llamada Cubil Felino-.En los siguientes episodios, Mumm-Ram, principal villano, utiliza su magia ultra poderosa para reconstruir el planeta de Thundera, con el propósito de encontrar la Espada de Plundarr y obtener su poder. En estos episodios, los ThunderCats alternan sus peleas y aventuras entre la Nueva Thundera y la Tercera Tierra.Mumm-Ra también utiiza el poder que le brindan los Espíritus del Mal que lo convierten en inmortal. En la serie no se describe mucho acerca de pasado de Mumm-Ra, se logra saber que es un sacerdote "egipcio" que desea el poder e invoca a los espíritus del mal para obtener la vida eterna, aunque a un precio convertirse en un muerto vivo.

Personajes


* Lion-O/Leon-O - El líder de los ThunderCats. Durante el viaje hacia la Tercera Tierra, su animación suspendida su vaina resultó estar defectuosa y mientras era solo un joven en Thundera llegó a la Tercera Tierra físicamente como un adulto de veinticuatro años mientras que mentalmente seguía siendo un niño.A pesar de este problema Leon-o carga con la mejor arma del grupo, La Espada del Augurio (Sword of Omens). Cuando no la usa no es más larga que una daga pero en batalla se extiende grandemente. Incrustada en el mango de la Espada del Augurio se encuentra el Ojo de Thundera, la fuente de poder de los ThunderCats.Con el poder de este Ojo, Leon-O puede usar una variedad de poderes y habilidades de la espada, incluyendo "Ver Más de lo Visible" (la habilidad para ver lo que está pasando en otros lugares) y el "Rugido de Gato" (una advertencia de que el peligro está cerca o que otros ThunderCats están en problemas). Con un grito de "Thunder! Thunder! Thunder! THUNDERCATS! HO!", Leon-O puede llamar a los otros ThunderCats para que acudan a él en momentos de peligro.En el capítulo que se enfrenta a un cazador usa la espada como "periscopio" asomandola y luego mirando a través del ojo de Thundera. Ocasionalmente dispara rayos y vuela a la mano de Leon-O.El padre de Leon-O es Claudus y se sabe que tenía una mascota llamado Kano una suerte de dientes de sable plomo.

* Jaga - El líder original del grupo, no sobrevivió al viaje, piloteaba la nave hacia la Tercera Tierra mientras los otros nobles ThunderCats se encontraban en animación suspendida. Él hace aparición en forma espiritual, proporcionándole su consejo a Leon-O cuando lo necesita.

* Tygra/Tigro - El segundo después de Leon-O, un viejo hombre y el intelectual del grupo, haciendo contraste con Leon-O en relación a su temperamento. Algunas veces llamado "El Arquitecto", fue Tigro quien diseñó La Guarida Felina. Está armado con una especie de látigo de tres puntas que con un giro especial puede hacerle invisible, así como otras habilidades sobrenaturales, generalmente psíquicas, pero que raramente son demostradas.Se sabe que su debilidad es la imposibilidad de poder nadar.

* Panthro/Pantro - El más fuerte del grupo y también el más adepto técnicamente. Fácilmente el mejor peleador del grupo, Pantro pelea con sus ninchacos (nunchakus/nunchucks)y es el diseñador, mecánico y conductor del gran vehículo del equipo - El Tanque Felino.Le tiene miedo a los vampiros.* Cheetara - La única hembra adulta (en las primeras series). Ella pude correr extremadamente rápido en distancias cortas, pelea y salta con un bastón tipo jabalina (magnéticamente ajustable a su guante). Cheetara también tiene un sexto sentido, puede ver eventos pasados, una habilidad que le es sumamente agotadora.Su sexto sentido felino es el mas desarrollado de todos.

* Wiley-Kit y Wiley-Kat/Felino y Felina - Ellos son dos jovencitos que están causando problemas constantemente, metiéndose en problemas y necesitando ser rescatados. Están armados con cinturones de utilidad, llenos con varias cápsulas y globos que poseen una amplia variedad de trucos. Además a modo propio de vehículo, utilizan aerodeslizadores.

* Snarf - El último miembro del grupo es un personaje cómico, un Snarf del Planeta de los Snarfs. Es pequeño y gordo. Snarf fue la niñera de Leon-O pero cuando él maduró sintió que ya no lo necesitaba más. Snarf es el miembro más leal de los ThunderCats así como el más subestimado.

Adiciones Posteriores

Así no es Así como los originales ThunderCats, en la segunda temporada aparecieron otros Thunderianos viviendo en la Tercera Tierra (escapando del cataclismo de Thundera en una nave exploradora). Ellos aparecían eventualmente como parte de los personajes originales de los ThunderCats:

* Bengalí - El tigre blanco herrero. Con sus conocimientos sobre la herrería de Thundera es capaz de reparar la espada del augurio cuando es necesario. Su arma es un martillo que maneja con gran rapidez, además el arma contiene pequeñas bombas de humo en su interior.

* Pumyra/Pumara - Fue la segunda felina adulta de la serie. Utiliza su velocidad y agilidad como Bengalí, su arma es una honda.

* Lynx-O - Perdió su vista debido a una explosión, pero sus demás sentidos se incrementaron, sobre todo su oido. Es el más anciando de los Thundercats, pero bastante útil por su sabiduría. Pilotea una nave usando un teclado de lenguaje brayle, su arma es un escudo.

* Snarfer - Sobrino de Snarf, más enérgico y agresivo que su tío. Se encarga de algunas labores tecnológicas en el cubil felino.

Otros aliados, incluyendo a Mandora (una policía intergaláctica), Hachiman (Un samurai traído por Mumm Ra), Las Amazonas, Los berbils (una suerte de robots oso), El Hombre de nieve (un caballeresco Yeti que pelea con armas hechas de hielo) y Snowmeow (el tigre dientes de sable mascota del hombre de nieve).

Tomado de la Wikipedia..

STEWIE - EVERYTHING I DO

domingo, 2 de agosto de 2009

EL NARRADOR DE CUENTOS: EL VIEJO ARTE DE CONTAR HISTORIAS

Nunca he creído en la rigurosa separación entre televisión y literatura. Debe ser porque muchas de las historias que luego encontré en los libros los vi por primera vez en una película o en el episodio de alguno de mis dibujos animados preferidos. Y sospecho que esa gente que alguna vez opuso libros y TV fue la misma que pronosticó la aniquilación de la literatura en manos de las nuevas tecnologías que hacia finales de la década del 90 terminaron por irrumpir en todo el planeta. No hay que ser especialista en estudios culturales para navegar un rato por internet y descubrir que no ha habido tal cosa.
Esa divergencia entre literatura y televisión, entre tecnología y mito, tampoco tendría que ser tal si es que uno trae a la memoria la frase que Walter Benajmin consignó en un ensayo impecable: el arte de contar historias siempre ha sido el arte de saber seguir contándolas. Y recuerdo también lo que dijo Alessandro Baricco sobre su estupenda y breve Seda

Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos.

¿No eran esas las premisas que sostenía El narrador de cuentos (The Storyteller), la entrañable serie británica que creara y dirigiera Jim Henson a finales de la década del 80? Baste recordar la apertura que acompañaba a cada episodio del programa:

Cuando los pueblos contaban su pasado con historias, explicaban su futuro con historias y predecían su futuro con historias.

El narrador de cuentos se desarrollaba bajo una idea aparentemente simple. En un castillo prácticamente abandonado, y con un perro entrometido como única compañía, el narrador, encarnado por John Hurt, se dedica cada noche a narrar viejas historias tomadas de algún lugar de Europa. Pero superpuesto a ese sencillo esquema aparece uno más cautivante que no es otra cosa que un soberbio viaje hacia la imaginación. Lo que al comienzo parece ser la misma historia que todos hemos oído desde siempre –solo que cambiada, revuelta, transfigurada, con detalles añadidos o suprimidos (el cambio es la dinámica primordial de las narraciones populares)–, termina por convertirse en una alianza fascinante entre el poder la fábula y los recursos que ofrece un medio como la televisión ( la animación vectorial, por ejemplo).

De este modo, tanto el soporte que sostiene a estas historias como la función estética y social se transforma. Originadas en el seno de una fecunda y cuantiosa cultura eminentemente oral, consignadas en algún momento del periodo moderno en formatos escritos (cuento, novela, etc.), son ahora incluidos en medios masivos, enfatizando su carácter audiovisual, un recorrido previsible sobre todo si tomamos en cuenta el predominio de la imagen en nuestra época. Los relatos que aparecieron en El narrador de cuentos no pierden su índole aleccionadora pero pasan a formar parte de la poderosa industria del entretenimiento. Ello, desde luego, no reduce lo que probablemente sea el mayor mérito de la serie: no importa si sus narraciones reiteran monstruos y de reyes, maldiciones y pruebas, o si echan mano de la mitología griega (en una segunda temporada, donde Sir Michael Gambon reemplazó a Hurt), subyace en todas ellas la asombrosa habilidad para contarnos una historia. Los narradores que encarnaron Hurt y Gambon -y tras ellos, Henson y Anthony Minghella, el guionista- saben que las historias que cuentan son antiguas, que han sido relatadas desde tiempos remotos, miles, quizá millones de veces. Pero también saben que un narrador es un bribón por oficio, capaz de urdir una vieja trama y enredarnos con ella, de cautivarnos nuevamente con historias que todos conocemos. El arte de contar historias siempre ha sido el arte de saber seguir contándolas.


Cuando las mitologías perdieron fuerza religiosa, cuando pasaron a constituir un formidable catálogo de cuentos y aún no había aparecido la novela, hubo una época en que no importaba demasiado la noción de autor, quién y cuándo había creado la historia. Lo fundamental fue, más bien, cómo es que el narrador, asumiendo una voz colectiva, presumiblemente al calor del fuego, se las ingeniaba para hacernos vivir otra realidad incrustada en ésta, otra realidad que comenzaba con la frase Érase una vez…

Siempre he pensado que restos de aquel fuego perviven en historias como las que se contaron en esta serie.